buscar
Entradas recientes
- «África Subsahariana»: un abuso del lenguaje 28 abril, 2023
- ¡Feliz Día del Libro! 22 abril, 2023
- Experiencia y pobreza en Walter Benjamin 14 marzo, 2023
FILOSOFÍA POLÍTICA
- «Nosotros no establecemos la ciudad mirando a que una clase de gente sea especialmente feliz, sino para que lo sea en mayor grado posible la ciudad toda (…). En una ciudad tal encontraríamos más que en otra alguna la justicia». Platón.
- «La democracia nace cuando habiendo vencido los pobres, matan a algunos de sus contrarios, a otros los destierran y a los demás les hacen igualmente partícipes del gobierno y de los cargos». Platón.
- «Es un problema decir qué parte de la ciudad debe tener la autoridad: la masa, los ricos, los bien dotados, el mejor individuo de todos, o un tirano». Aristóteles.
- «No dar opción ni participación en el poder a todos aquellos que no son ricos ni gozan de prestigio ninguno por su virtud sería terrible (pues cuando hay muchos proscritos y pobres, esa ciudad está necesariamente llena de enemigos)». Aristóteles.
- «La mayor felicidad consiste en que los ciudadanos posean una fortuna media y suficiente; puesto que donde unos tienen mucho en exceso y otros nada, o aparece una democracia radical o una oligarquía pura o una tiranía, motivada por ambos excesos». Aristóteles.
- «De los hombres, en general, se puede decir esto: son ingratos, volubles, hipócritas, falsos, temerosos del peligro y ávidos de ganancias; y mientras les favoreces, son todo tuyos, te ofrecen su sangre, sus bienes, la vida e incluso los hijos mientras no los necesitas, pero, cuando llega el momento, te dan la espalda». Maquiavelo.
- «Los hombres olvidan antes la muerte del padre que la pérdida del patrimonio». Maquiavelo.
- «Hay dos modos de combatir: uno con las leyes; el otro con la fuerza; el primero es propio de los hombres, el segundo de las bestias; pero, puesto que el primero muchas veces no basta, conviene recurrir al segundo. Por lo tanto es necesario que un príncipe sepa actuar según convenga, como bestia o como hombre». Maquiavelo.
- «El príncipe fácilemnte se vuelve tiránico, la aristocracia con facilidad evoluciona en oligarquía, y el gobierno popular se convierte en licencioso sin dificultad». Maquiavelo.
- «La naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en sus facultades corporales y mentales que… la diferencia entre hombre y hombre no es lo bastante considerable como para que uno de ellos pueda reclamar para sí beneficio alguno que no pueda el otro pretender tanto como él». T. Hobbes.
- «La naturaleza de la guerra no consiste en el hecho de la lucha, sino en la disposición conocida hacia ella, durante todo el tiempo en que no hay seguridad de lo contrario: Todo otro tiempo es PAZ». T. Hobbes.
- «Las pasiones que inclinan a los hombres hacia la paz son el temor a la muerte; el deseo de aquellas cosas que con necesarias para una vida confortable; y la esperanza de obtenerlas por su industria». T. Hobbes.
- «Todo hombre debería de decir a todo hombre: autorizo y abandono el derecho a gobernarme a mí mismo, a este hombre, o a esta asamblea de hombres, con la condición de que tú abandones tu derecho a ello y autorices todas sus acciones de manera semejante. Hecho esto, la multitud así unida en una persona se llama REPÚBLICA. T. Hobbes.
- «Cada hombre solo debe posesionarse de aquello que le es posible usar, pues hay en el mundo tierra suficiente para abastecer al doble de sus habitantes». John Locke.
- «En el estado de naturaleza cada hombre es igual a los demás; y como la mayor parte de ellos no observa estrictamente la equidad y la justicia, el hombre está expuesto a a la incertidumbre y a la amenaza de ser invadido por otros». John Locke.
- «La inseguridad le lleva al hombre a abandonar una condición en la que , aunque él es libre, tienen lugar miedos y peligros constantes; por lo tanto, no sin razón está deseoso de unirse en sociedad con otros que ya están unidos o que tienen intención de estarlo con el fin de preservar sus vidas, sus libertades y sus posesiones, es decir, todo eso a lo que doy el nombre genérico de «propiedad»». John Locke.
- «Los hombres, al entrar en sociedad, renuncian a la igualdad, a la libertad y al poder ejecutivo que tenían en el estado de naturaleza; esa renuncia es hecha por cada uno con la exclusiva intención de preservarse a sí mismo y de preservar su libertad y su propiedad de una manera mejor». John Locke.
- «Quienquiera que ostente el supremo poder legislativo en un Estado, está obligado a gobernar según lo que dicten las leyes establecidas, promulgadas y conocidas del pueblo, y a resolver los pleitos de acuerdo con dichas leyes». John Locke.
- «Mientras un pueblo esté obligado a obedecer y obedezca, hace bien; tan pronto como pueda sacudir el yugo y lo sacuda, hace aún mejor; porque el recobrar su libertad por el mismo derecho que se la arrebató, o tiene razón al recuperarla, o no la tenían en quitársela». Jean-Jacques Rousseau.
- «Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y nosotros recibimos corporativamente a cada miembro como parte indivisible del todo». Jean-Jacques Rousseau.
- «El paso del estado de naturaleza al estado civil produce en el hombre un cambio muy notable, sustituyendo en su conducta el instinto por la justicia, y dando a sus acciones la moralidad que les faltaba antes. Solo entonces, cuando la voz del deber sucede al impulso físico y el derecho al apetito, el hombre que hasta entonces no había mirado más que a sí mismo, se ve forzado a obrar por otros principios, y a consultar su razón antes de escuchar sus inclinaciones». Jean-Jacques Rousseau.
- «Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo cuanto le tienta y que puede alcanzar; lo que gana es la libertad civil y moral, y la propiedad de todo cuanto posee». Jean-Jacques Rousseau.
- «La libertad moral es la única que hace al hombre auténticamente dueño de sí; porque el impulso del simple apetito es esclavitud, y la obediencia a la ley que uno se ha prescrito es libertad». Jean-Jacques Rousseau.
- «Hay mucha diferencia entre la voluntad de todos y la voluntad general; ésta solo mira al interés común, la otra mira al interés privado, y no es más que una suma de voluntades particulares». Jean-Jacques Rousseau.
- «Si los ciudadanos no tuvieran comunicación alguna entre sí cuando el pueblo, suficientemente informado, delibera, del gran número de las pequeñas diferencias resultaría siempre la voluntad general». Jean-Jacques Rousseau.
- «Lo que generaliza la voluntad no es tanto el número de votos como el interés común que los une: porque en esta institución cada uno se somete necesariamente a las condiciones que impone a los demás. Esto da a las deliberaciones comunes un carácter de equidad». Jean-Jacques Rousseau.
- «El pacto social establece entre los ciudadanos tal igualdad que todos ellos se comprometen bajo las mismas condiciones, y todos ellos deben gozar de los mismo derechos». Jean-Jacques Rousseau.
- «Va contra el orden natural que el mayor número gobierne y el menor sea gobernado. Por eso, jamás ha existido verdadera democracia, y no existirá jamás». Jean-Jacques Rousseau.
- «Cuanto mejor constituido está el Estado, más se imponen los asuntos públicos sobre los privados en el espíritu de los ciudadanos». Jean-Jacques Rousseau.
- «Las buenas leyes obligan a hacer otras mejores, las malas traen otras peores. Tan pronto como alguien dice de los asuntos del Estado: ¿a mí qué me importa?, hay que contar con que el Estado está perdido». Jean-Jacques Rousseau.
- «La constitución republicana es aquella establecida de conformidad con los principios, 1.º de la libertad de los miembros de una sociedad (en cuanto hombres), 2.º de la dependencia de todos respecto a una única legislación común (en cuanto súbditos) y 3.º de conformidad con la ley de la igualdad de todos los súbditos (en cuanto ciudadanos): es la única deriva de la idea del contrato originario y sobre la que deben fundarse todas las normas jurídicas de un pueblo». I. Kant.
- «La constitución republicana tiene la vista puesta en el resultado deseado, es decir, en la paz perpetua». I. Kant.
- «En una constitución en la que el súbdito no es ciudadano, en una constitución que no es, por tanto, republicana, la guerra es la cosa más sencilla del mundo, porque el jefe del Estado no es un miembro del Estado sino su propietario». I. Kant.